En la segunda quincena de marzo y primera semana de abril, el extremeño valle del Jerte es un inmenso manto blanco: la floración de un millón y medio de cerezos convierte esta zona, sólo durante unos días (unos 10 días y no se produce en la misma fecha todos los años, depende de la climatología), en un aromático paraíso de la naturaleza que merece la pena contemplar y disfrutar, y que sus habitantes celebran con la Fiesta del Cerezo en Flor, este año con el acto de inauguración en la localidad de Tornavacas el día 21 de marzo (del 21 al 24 de marzo habrá actividades organizadas con motivo de dicha celebración en la población de Tornavacas) y la clausura en la de Casas de Castañar, prevista para el día 6 de abril (se intenta que coincida la fiesta con la floración de los cerezos, pero no siempre se acierta, ya que la fecha está prefijada pero, a buen seguro, el que se acerque a la fiesta podrá disfrutar de un espléndido paraje).
La celebración en sí pretende reflejar la vida de esta comarca, su pasado, su presente y su futuro, y para eso se organizan actividades culturales, gastronómicas, muestras tradicionales, etc. Destacan especialmente las actuaciones y representaciones de música de la comarca y las degustaciones de los aguardientes, licores, vinos de pitarra, mermeladas y dulces de la tierra, pero hay también rutas de senderismo guiadas, rutas a caballo, recoleción de cerezas en grupo, apadrinamiento de cerezos, etc.
Lo ideal para ver la floración es hacer un recorrido por todos los pueblos que componen el Valle del Jerte. Podemos escoger entre una ruta circular por la sierra, en coche o autocaravana, que nos llevará a conocer Valdastillas, Piornal, Barrado, Cabrero, Casas del Castañar, El Torno y Rebollar; o una ruta lineal, paralela al río Jerte, siguiendo la N-110, que pase por Navaconcejo, Cabezuela del Valle, Jerte, Tornavacas y acabe en el puerto de Tornavacas.
