Lejos de la tradición y el fervor religioso de las procesiones en las principales ciudades, Andalucía ofrece a los amantes de la naturaleza y de los rincones más escondidos alternativas interesantes para disfrutar de una Semana Santa diferente. Un turismo de interior en el que la ecología, el senderismo, la tranquilidad y el relax son los elementos protagonistas.
En la zona norte de la provincia de Almería, el Parque Natural Sierra de María-Los Vélez ofrece a los aficionados a la geología, la botánica y los deportes al aire libre un entorno espectacularmente bello, que combina sabiamente agrestes relieves, frondosos bosques y nevadas cumbres (incluso en esta época de primavera). Así, senderismo, bicicleta de montaña o montañismo tienen en la red de senderos señalizados su mejor herramienta para disfrutar de la diversidad avícola de la zona. La masa forestal combina pinos y encinas, y en los valles crece romero, lavanda, jara o tomillo. Un lugar ideal para el descanso y los deportes de aventura (vuelo libre, barranquismo, tiro con arco, espeleología, etc.).
Granada y la Axarquía
Otro espacio andaluz con encanto serrano lo encontramos entre el parque nacional de Sierra Nevada y el parque natural de Sierra de Huétor. Allí, además de respirar aire puro puedes admirar los restos de nieve que quedan en la estación de esquí de Sierra Nevada y degustar algunos de los platos más típicos de la comarca: ensaladas de judías blancas, el puré de cebollas, los potajes de garbanzos o las chuletas de cordero.
En la zona más occidental del interior de Málaga se encuentra La Axarquía, una comarca con un paisaje montañoso espectacular. En este entorno se ubica, por ejemplo, el embalse de la Viñuela, en cuyos alrededores hay instalaciones para realizar deportes náuticos, una zona de barbacoas, algunas rutas de senderismo que también se pueden hacer en bici o a caballo. La más famosa es la que sigue la antigua vía de tren Vélez-Ventas.
