Ávila, arte y cultura entre murallas

Ávila, arte y cultura entre murallas

Murallas de Ávila.
Imagen cedida por Jesús Sanz Peralta.

Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985, Ávila esconde un sinfín de tesoros entre sus murallas, el monumento más emblemático de la ciudad y el mejor conservado de todo el mundo. Os proponemos cruzar la puerta, acceder al interior y dar un paseo por sus calles empedradas. Podrás disfrutar de joyas arquitectónicas de todos los estilos artísticos y terminar la visita disfrutando de la mejor gastronomía de la zona.

La muralla de Ávila es única: se extiende a lo largo de 2.585 metros y en su perímetro encontramos 87 torreones y nueve puertas, muy útiles para las labores defensivas de la urbe. Aunque los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuándo comenzó a construirse, lo cierto es que es esencialmente medieval y que todavía hoy mantiene su estructura original, con una planta en forma de cuadrilátero irregular.

Espíritu religioso en las calles

Tan impresionante como la muralla es la catedral de San Salvador, la primera de estilo gótico en España. Está construida sobre una planta de cruz latina, formada por tres naves, un crucero y una cabecera semicircular de doble girola, pero lo más llamativo lo encontramos en su fachada: un ábside, conocido como cimorro, que está entestado en la propia muralla. En su interior, podemos ver el trascoro, el coro, el retablo del altar Mayor, el altar de San Segundo y el altar de Santa Catalina.

La basílica de San Vicente es el gran representante del románico en Ávila y también merece la pena dedicar unas horas a su visita. Muy cerca, a escasos 500 metros, se encuentra la plaza del Mercado Grande, donde se alza la basílica de San Pedro, cuyo atrio sirvió de escenario para firmar los fueros de Castilla. En la misma dirección, un poco más adelante, se emplaza el convento de Santa Teresa, del siglo XVII. Bajo la iglesia, con planta de cruz latina, hay un museo teresiano con varias exposiciones que recorren la vida de esta santa y la congregación que fundó.

El arte religioso, muy presente en Ávila. © Jesús Sanz Peralta.
Imagen cedida por Jesús Sanz Peralta.

El monasterio dominico de Santo Tomás, que fue sede de la Inquisición española en sus años más turbios, es otra de las paradas obligatorias en Ávila. Entre sus mayores atractivos destacamos los tres claustros, el retablo del altar Mayor y el sepulcro de mármol del príncipe Don Juan; así como el museo de Ciencias Naturales que alberga.

Otros monumentos religiosos interesantes para ver son: el monasterio de la Encarnación, San Andrés, San Esteban, el convento de San José, Santa María de la Cabeza y la ermita de la Virgen de las vacas.

Palacios y casas reales

Además de los monumentos de carácter religioso, el patrimonio abulense también destaca por sus lujosos edificios, como la casa de los Deanes, que data del siglo XVI y es muestra del plateresco, o el palacio de los Superunda, de estilo renacentista. También merecen una visita los palacios de Valderrábanos, de los Verdugo, de los Serrano, de Don Juan de Henao, de los Almarza y de Núñez Vela. Por último, la casa de la obra pía de San Martín, la de las Carnicerías, los hornos postmedievales, los cuatro postes (en el margen izquierdo del río Adaja) y el torreón de los Guzmanes.

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