Está catalogado por muchos como uno de los pueblos más bonitos de Extremadura, y no es para menos. Trujillo alberga una de las plazas mayores mejor valoradas del mundo, entre otras muchas cosas. ¿Qué tal una escapada para conocer un poco más este pequeño municipio de la provincia de Cáceres?
Esta localidad extremeña cuenta con años de historia a sus espaldas, pues ha pasado por distintas etapas, desde ser un poblado romano a ciudad medieval hasta llegar a nuestros días. Su importancia histórica, su entorno natural y su gastronomía han hecho de Trujillo un importante centro turístico.
Entre su patrimonio de carácter religioso encontramos algunas iglesias como la de Santa María la Mayor, la de San Martín o la de Santiago, además de algunos conventos como el de San Francisco, el de Dominicas de San Miguel o el de La Merced.
Por otra parte, también encontramos monumentos civiles muy importantes y de gran valor arquitectónico, como el palacio de los Pizarro, el de los Carvajal-Vargas, el de los Orellana Toledo u otros como la Alberca, la Alcazaba o el Aljibe hispanomusulmán. Trujillo está también rodeado de una muralla con cuatro puertas de gran belleza que merece la pena visitar: la del Triunfo, la de Santiago, la de la Coria y la de la Vera Cruz.
Todo el patrimonio anterior se funde en el laberinto de estrechas calles de piedra que desembocan en la plaza Mayor de Trujillo, considerada una de las más bonitas del mundo, de forma rectangular, estilo renacentista y rodeada de soportales, en la que encontramos la estatua ecuestre de Francisco Pizarro.
Para comer, siempre podemos probar platos típicos de la zona, como la frite de cabrito, las migas extremeñas, la prueba del cerdo, las landrillas de ternera, la moraga, la sopa de obispo con gallina o las criadillas de la tierra y espárragos trigueros. ¿Se te ha abierto el apetito? ¡Pues ven a conocer Trujillo!
