La primavera inunda de color el valle de Tena, el verde se va imponiendo al blanco, comienza el deshielo y crecen los ríos y barrancos. La temperatura es agradable para pasear y recorrer sus parajes en los que todavía contrastan el blanco de la nieve con el verde de los prados y los colores de las flores de alta montaña. Desde Sabiñánigo hasta el Portalet, en el valle de Tena se entremezcla la inigualable belleza de sus paisajes con la típica arquitectura de alta montaña, para ofrecer al visitante una amplia y completa oferta de ocio.
Una visita obligada dentro del valle son sus pueblos. El tamaño reducido de los mismos permitirá al visitante recorrer varios en un mismo día y contemplar su singular belleza. En ellos se pueden admirar puentes medievales y romanos, fachadas con impresionantes portadas y escudos tallados en piedra, e iglesias de diferentes etilos. Además, son el lugar ideal para descubrir la gastronomía típica de la comarca.
Para los que busquen aventuras aquí encontrarán un sinfín de actividades para todos los gustos y exigencias: ciclismo, senderismo, actividades náuticas, escalada…Para los más pequeños, en el término municipal de Piedrafita de Jaca se encuentra el parque Lacuniacha, en el que habitan 13 especies de animales en condiciones de semi-libertad repartidos en diferentes recintos. Ciervos, cabras, jabalíes, renos, oso y lobos, además de otros animales autóctonos que crecen y viven en el parque. Otra opción, es la que nos propone Biescas Aventura en el parque de Arratiecho, en el que niños y grandes disfrutarán con los diferentes recorridos que atraviesan los árboles de esta zona del Pirineo.
Al terminar la jornada, nada mejor que parar en alguno en las termas de Tiberio del Balneario de Panticosa o en los spas urbanos de Sallent de Gállego. Y para dormir el camping Escarra, un complejo de lujo con todos los servicios necesarios para disfrutar de unas vacaciones en la montaña, ofrece al visitante parcelas o coquetas cabañas de madera para alojarse.
