El cabo de San Vicente, al igual que Finisterre, está rodeado de misterio y leyendas, puesto que antes de saber que la tierra era redonda, ambos se consideraban el final de la Tierra y se creía que en estos lugares el sol se hundía todas las noches hasta el día siguiente. Se trata del punto más al suroeste de Europa y desde este punto se tienen vistas sobrecogedoras de la costa, sobre todo si lo visitamos al atardecer, pues la puesta de sol suma, si cabe, más espectacularidad al paisaje. En el cabo hay una antigua fortaleza y un faro de gran altura que presta luz a los navegantes, siendo uno de los más potentes de toda Europa.
A escasos kilómetros se encuentra la ciudad de Sagres donde debemos visitar el promontorio, donde los escarpados acantilados caen en picado sobre el océano. Desde este histórico cabo, el viajero podrá disfrutar de una deslumbrante panorámica conformada por las ensenadas de Sagres, el cabo de San Vicente y la inmensidad del océano Atlántico. Está presidido por la fortaleza o castillo de Sagres, construido en el siglo XV y, más tarde, reconstruido al ser severamente destruido por el pirata inglés Francis Drake y por el terremoto. Destaca en él, un impresionante portón de estilo neoclásico, la gigantesca rosa de los vientos diseñada en el suelo con piedras y la iglesia de Nossa Senhora de Graça.
Otro enclave de gran interés turístico es la Vila do Bispo, una pequeña villa de origen marinero, conocida actualmente como la «capital del percebe» por la cantidad y calidad de estos mariscos. Otro de los grandes atractivos de la localidad son sus menhires, ya que posee una de las mayores concentraciones de Europa.
Para descubrir estos fascinantes y enigmáticos destinos el camping Turiscamp, rodeado de magníficas playas, ofrece un ambiente tranquilo y familiar y una amplia oferta de servicios. Además, su ubicación estratégica lo convierte en el alojamiento perfecto si se quiere visitar también el Algarve ya que se encuentra a escasos 20 kilómetros de Portimao.
