Tarragona, esplendor romano

Tarragona, esplendor romano

Anfiteatro romano, en Tarragona. © Alberich Fotògrafs.
Anfiteatro romano, en Tarragona. © Alberich Fotògrafs.

El 30 de noviembre del año 2000, la UNESCO se rendía ante los encantos de Tarragona y declaraba a la ciudad romana por excelencia Patrimonio de la Humanidad. Te invitamos a aprovechar estos meses de verano para conocer sus monumentos más importantes, con influencia romana, medieval y modernista; y descansar en una de las mejores playas de la Costa Dorada.

La ciudad monumental de Tarragona hará las delicias de los amantes de la Historia y, en especial, de los admiradores del período de mayor esplendor del imperio romano. Y es que muchos de los edificios más emblemáticos de esta localidad datan de aquella época y se mantienen en óptimas condiciones, lo que sorprenderá muy gratamente a la mayoría de los viajeros. Para conocer todo el patrimonio cultural de la antigua Tarraco, lo más aconsejable es aparcar la autocaravana a las afueras y elegir un calzado cómodo para pasear y pasear durante varias horas.

Viajar al imperio romano

La mejor manera de iniciar nuestra visita será, probablemente, con un recorrido por las murallas y el paseo arqueológico de Tarragona. En esa zona, además de admirar el paisaje, no puedes perderte la catedral de Santa María, sin duda el monumento más destacado de la ciudad, iniciado como templo románico y terminado en estilo gótico. A su lado, otra joya arquitectónica: la capilla de Santa Techa la Vella, cuya construcción data del siglo XIII.

Una vez hayamos disfrutado del exterior y el interior de estos monumentos, bajaremos por la calle Mayor y, girando a la izquierda, veremos los restos del Fórum Provincial y también del circo romano, justo debajo. Se construyó en el siglo I y era el lugar donde se disputaban las afamadas carreras de carros, tirados generalmente por dos o cuatro caballos (bigas o cuadrigas). A un nivel inferior, en el parque del Miracle, se halla el anfiteatro, sobre cuya arena se ven los restos de la iglesia románica de Santa María del Miracle.

Tarragona mirador
El «balcó del Mediterrani», un mirador de Tarragona. © Alberich Fotògrafs.
Tarragona modernista

Aunque la herencia romana está muy presente en la ciudad catalana, lo cierto es que la influencia modernista típica de la comunidad también impregna las calles de Tarragona. De hecho, la próxima propuesta de esta ruta es recorrer la zona modernista de la ciudad, que nos permitirá disfrutar de grandes obras de arquitectos reconocidos, como Gaudí, Jujol o Doménech i Muntaner. Y, tras esta magnífica lección de arte, nada mejor que un paseo por la Rampla Nova hasta el Balcó del Mediterrani, una especie de mirador que ofrece una espléndida vista sobre el mar mediterráneo.

Por último, antes de abandonar Tarragona, podemos acercarnos hasta la parte más baja de la ciudad, donde se encuentra el puerto deportivo. El barrio de pescadores del Serrallo es, probablemente, una de las mejores zonas para degustar los platos típicos de la gastronomía tarraconenses. En el puerto deportivo también podemos practicar vela u otros deportes náuticos, aunque si lo que queremos es dorarnos al sol, lo mejor es acudir a cualquiera de las playas que hay a pocos kilómetros de la urbe, como la playa de Tamarit, una de las más bonitas de la Costa Dorada.

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