Naturaleza y senderismo en el Delta del Ebro

Los amantes de la naturaleza pueden aprovechar las vacaciones de Semana Santa para visitar el Parque Natural del Delta del Ebro, un paraíso verde de más de 320 km2 con una gran riqueza biológica, tanto animal como vegetal.

El paisaje que reina en este espacio cambia en función de las estaciones del año, aunque siempre mantiene su esencia personal, marcada por las tierras totalmente planas y los extensos arrozales que dominan su fisonomía y que ahora, en primavera, permanecen inundados de agua.

También merecen una visita las grandes lagunas del litoral, rodeadas por cañizales y juncales. En la parte periférica encontramos grandes extensiones de suelos salinos con adarce y playas largas y desiertas, con dunas coronadas de barrón y otras plantas bien adaptadas al medio. Una estampa única en plena Tarragona.

Senderismo y aventura en el parque natural

La mejor manera de conocer los rincones más espectaculares de este espacio es perdiéndose por sus caminos. Por eso, recomendamos realizar alguna de las muchas rutas de senderismo o bicicleta que hay señalizadas en la zona. La conocida como «ruta de las lagunas», de 26 km, tiene una duración de cuatro horas si vamos en bicicleta y una dificultad baja, ya que se trata de un trayecto totalmente llano. El itinerario transcurre entre las lagunas de L’Encassinyada y La Tancada y nos permite conocer atractivos lugares, como la Casa de Fusta, el mirador de El Carreter o el mirador de la Tancada.

Un poco más complicado es el «camino de Sirga del Delta», que pasa por las localidades de Amposta, Balada, Sant Jaume y Migjorn. Aunque se puede realizar a pie, recomendamos alquilar una bicicleta porque en total se recorren 43,2 km por un camino de tierra.

Por último, los más aventureros deben saber que varias empresas organizan actividades en las inmediaciones del Delta del Ebro, como piragüismo, submarinismo, escalada, barranquismo, tiro con arco, etc.