Un mayo vacacional por la Costa Brava

Un mayo vacacional por la Costa Brava

Playas llenas de encanto en Roses.
Imagen cedida por el Ajuntament de Roses.

Uno de los destinos más bonitos para conocer en esta época del año, en la que las temperaturas son altas pero no asfixiantes, es la Costa Brava, en la provincia de Girona. Con el contraste de sus paisajes montañosos y el azul del mar, es un lugar ideal para relajarse y, al mismo tiempo, disfrutar de la naturaleza. Además, hay ciudades importantes con un alto valor patrimonial e histórico.

Te proponemos descubrir los lugares más emblemáticos de esta zona desde el camping La Ballena Alegre, que abre sus puertas a mediados de este mes y tiene acceso directo a una extensa playa de arena fina y dorada, ideal para practicar deportes náuticos primero y descansar después. No te preocupes por el alojamiento porque puedes elegir entre llevar tu autocaravana y acampar en una de sus parcelas; o bien reservar un bungalow totalmente equipado, con terraza cubierta y todo lo necesario para pasar unas vacaciones inolvidables. Y si te preocupa el precio, ¡despreocúpate! Durante el mes de mayo todavía es temporada baja y las tarifas son mucho más económicas que en el verano.

¿Qué hacer en la zona?
Ruinas de Empuries.
Cedida por Arxiu Imatges.

Desde La Ballena Alegre (Sant Pere Pescador) podemos llegar fácilmente a Sant Martí d’Empúries y sus ruinas, el conjunto arqueológico griego más importante de España. Se trata de un recinto de aproximadamente 40 hectáreas, que se puede visitar en dos horas y está abierto todo el año. Los amantes del deporte recordarán que, por haber sido el punto de entrada de los griegos a la península, Empúries fue el lugar designado para recibir la llama de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992.

Siguiendo varios kilómetros más por la sinuosa carretera de la costa llegaremos al municipio de Castell d’Empúries, al que pertenece la peculiar población de Empuriabrava. Considerada la Marina más grande del mundo, por delante incluso de Venecia, cuenta con casi 25 kilómetros de canales navegables, todos llenos de amarres privados a los que los vecinos de la zona pueden acceder directamente desde las puertas de sus casas. Una estampa curiosa y recomendable antes de seguir nuestro camino hacia Roses, donde merece la pena dar un paseo por la Ciudadela y conocer su conjunto megalítico, un bonito paraje natural en la carretera de la cala de Montjoi, con numerosos dólmenes y menhires, que pondrá punto y final a nuestro viaje por la Costa Brava en mayo.

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