Berlín en autocaravana

Berlín en autocaravana

Potsdam, Park Sanssouci, Neues Palais, Blick von Norden.

Hace ya más de un cuarto de siglo de la caída del muro de Berlín y en este tiempo la ciudad ha renacido como una gran metropoli del siglo XXI. Aprovechamos el aniversario que se celebra este año para viajar a Alemania a bordo de un vehiculo integral de la firma Adria, marca que este año también está de aniversario, en este caso 50 años, y lo celebra con una renovación de todos sus modelos. Vimos este nuevo modelo de la colección 2015 de Adria en las instalaciones de Comercial Caravaning en Alcalá de Henares (Madrid), y se nos antojó el modelo idóneo para viajar al corazón de Alemania y conocer una ciudad que rezuma historia y cultura por doquier.

Foto 1bTras salir de España y atravesar Francia, pasando por Bures, Poitiers y París, se entra en Alemania. La ciurcunvalación que conduce a Berlin desde el exterior es la A9 (desde Leipzing y Munich), la A 12 (desde la frontera polaca), la A 2 (desde Hannover, donde se unen la A 5 y la A 7 en dirección a Frankfurt del Meno) y la A 24 (desde Hamburgo). El viaje es largo, pero conducir con un vehículo montado sobre el nuevo chasis motor de Fiat Ducato (un 2.3 de 150 CV) resulta muy sencillo (como si de un turismo se tratase), con una excelente visibilidad gracias al amplio parabrisas panorámic, y con una excelente posición al volante (muy cómodos los asientos Aguti), a lo que podemos sumar un consumo de combustible más que aceptable. Es cierto que las dimensiones del vehículo ayudan a su maniobrabilidad, puesto que es un integral de menos de 7 m con una construcción sólida y robusta en poliéster blanco.

ENTRADA A LA CIUDAD

Aunque el trágico pasado histórico de la ciudad se palpa aún en muchas calles, Berlín es hoy día una ciudad moderna y multicultural, con una moderna arquitectura y un ambiente especial, donde lo clásico se mezcla con lo moderno y donde uno de los medios de transporte más utilizado es la bicicleta, por lo que recomendamos que apenas se llegue a la urbe, se aparce la autocaravana y se recorra la ciudad en una bici de alquiler. (Además, desde 2008 en Berlín hay un sistema de restricciones a la circulación en el centro de la ciudad para los vehículos de motor en función de las emisiones contaminantes por lo que la opción de moverse por el centro con la autocaravana se debe descartar totalmente).

La mejor manera de empezar la visita a Berlín es por la puerta de Brandemburgo, cerca de la cual se encuentra el Memorial al Holocausto, una gigantesca obra de arte abstracta que abarca todo un bloque e incluye un museo subterráneo. En el entorno de Brandemburgo, al lado del río Spree, se alza el vetusto Reichstag (remodelado por Norman Foster) y que, desde la reunificación, acoge el Bundestag o Parlamento, con una cúpula abierta al público.

Checkpoint CharlieEn este recorrido de aniversario, siguiendo la brecha del suelo que marca el camino que recorría el muro de Berlín, nuestra siguiente parada será Potsdamer Platz, una de las plazas más bulliciosas de Berlín en el pasado que quedó arrasada durante la Segunda Guerra Mundial y partida en dos por el muro, del que aún ser conservan algunos restos, pero que fue reconstruida recientemente para pasar a formar parte del Berlín moderno: teatros, tiendas, hoteles y restaurantes comparten espacio con un museo del cine. Estamos, además, en el lugar donde tiene lugar el Festival de Cine de Berlín o Berlinale.

Subiendo a uno de los edificios más altos de Potsdamer Platz, la torre Kollhoff, de 25 plantas y más de 100 metros de altura, se puede disfrutar de una de las mejores vistas del centro de Berlín.

RESTOS DEL MURO

Seguimos la ruta por la ciudad y llegamos a Checkpoint Charlie, que fue el punto de paso más conocido de los utilizados durante la Guerra Fría. En él se podía conseguir el visado diurno para cruzar a Berlín Este desde Berlín Oeste. Desde el año 2001, en Checkpoint Charlie se encuentra instalada una réplica del cartel que años atrás advertía a los ciudadanos «Está abandonando el sector americano». Además del cartel, hay una pequeña frontera (para hacerse fotografías más que nada) y una larga colección de fotografías y textos de la época, donde se puede ver el aspecto que llegó a tener ese punto. Justo al lado se encuentra situado el Museo del Muro de Checkpoint Charlie, donde se puede aprender mucho sobre los acontecimientos que tuvieron lugar durante la Guerra Fría.

Nos dirigimos ahora a la zona más al este de la ciudad, donde se conserva el mayor tramo del muro de Berlín, de unos 1.200 m, que se conoce como East Side Gallery. Una galería de arte al aire libre en la Mühlenstrasse del distrito de Friedrichshain, a donde podemos llegar en metro (Warschauer Straße, línea U1) y que fue pintado en 1990 por artistas de 21 países (que plasmaron en más de cien pinturas por el antiguo lado oriental del muro los cambios políticos del año 1989/90, entre ellas la del beso entre Breznev y Honecker, (el que fuera jefe de Estado de la RDA) del artista ruso Dimitri Vrubel).

Foto 5Y dependiendo de la fecha elegida para la visita, este año se podrá enriquecer nuestra particular lección de historia con el amplio programa de eventos pensados para conmemorar la caída del muro, entre ellos algunos tan originales como, por ejemplo 12 recorridos temáticos en el subsuelo berlinés en los que experimentar la angustia de los intentos de fuga a través del metro y las cloacas o el negocio del estraperlo, además de exposiciones sobre Alemania Oriental.

Este año, para conmemorar el aniversario de la caída del Muro se han programado decenas de conciertos, eventos y exposiciones que tendrán como día grande el 9 de noviembre, día en el que, hace un cuarto de siglo, se desplomó la barrera que los dividía. Ese día, un nuevo muro de globos blancos iluminados recorrerá los 12 km del original del muro por el centro de la ciudad.

LA ISLA DE LOS MUSEOS

En este recorrido cultural por la ciudad no podemos dejar de visitar la conocida como Isla de los Museos, en el extremo septentrional de la isla del río Spree, con un conjunto arquitectónico y cultural único en el mundo: al sur de la isla, cerca del puente Schlossbrücke y de la catedral berlinesa, se encuentra el museo Antiguo (Altes Museum), ante el cual se extiende el parque de Lustgarten. Al norte se comunican el museo Nuevo (Neues Museum) y la Antigua Galería Nacional (Alte Nationalgalerie). Por el lado del canal Kupfergraben están el museo de Pérgamo (Pergamonmuseum), y, cerrando el conjunto, el Museo Bode (Bode-Museum).

SACHENHAUSEN, AL NORTE DE BERLÍN

Una vez visitadas plazas, museos y monumentos de Berlín, es hora de volver a la autocaravana y planear alguna excursión a los alrededores de la ciudad con interés histórico o cultural.

Nos dirigimos, en primer lugar, al norte de la ciuad, para visitar el campo de concentración de Sachsenhausen, un de los más grandes y temidos de la Alemania nazi, a donde se llega por la carretera A 111, en dirección Hamburg, y siguiendo por la A 10 (Ring/Anillo de Berlín) en dirección Prenzlau hasta la salida Birkenwerder. Se toma después la ruta B 96 hasta Oranienburg y se continúa por el camino señalizado hasta Sachsenhausen. La entrada es gratuita, pero se recomienda hacer una visita guiada (si no es difícil entender su verdadero significado). Durante la visita se recorren los lugares que tuvieron mayor relevancia durante los años que se mantuvo operativo (el barracón 38, el edificio de celdas de castigo o los barracones destinados a enfermería, entre otros).

ARTE Y NATURALEZA

Sugerimos volver a Berlín para cambiar completamente de escenario e iniciar una nueva excursión, en este caso a una ciudad situada a unos 20 kilómetros al suroeste de Berlín que ofrece una combinación perfecta entre arte y naturaleza: Postdam, a donde llegaremos por la A 100 y A 115.

Tradicional y tranquila, Postdam tiene muchos tesoros arquitectónicos que merece la pena conocer.

Lo ideal es visitar la ciudad en un día que no haga muy mal tiempo y poder disfrutar del centro, muy pintoresco, paseando por jardines como los del palacio de Sanssouci, de estilo rococó, que rodean la residencia de verano de Federico II el Grande (conocido como el Versalles alemán); visitand los palacios de Babelsberg (un romántico lugar a orillas del río Havel), el palacio Nuevo o el puente Glienicke, que cruza el río Havel conectando las ciudades de Berlín y Potsdam. Acabaremos la visita a la ciudad en el barrio holandés, conocido como «pequeño Ámsterdam»,  hoy día repleto de cafés, restaurantes o talleres de artistas abiertos al público.

A ORILLAS DEL ELBA

Si seguimos desde Postdam hacia el suroeste, proponemos visitar ciudades como Wittenberg, la cuna de Lutero, a orillas del Elba. Varios de sus edificios se asocian a los acontecimientos de la época luterana, y aún se conserva parte del monasterio de los agustinos en que vivió el teólogo alemán, que contiene muchas obras de arte. En la iglesia de Todos los Santos se puede subir hasta la torre (cerca de 300 escalones) desde la que hay una bonita vista de la ciudad.

¿Dónde dormir?: descárgate la app Autocaravanas y encuentra el área de pernocta o camping con área para autocaravanas más cercano. Y si prefieres llevarte la guía en papel, puedes adquirirla aquí.

 

 

 

 

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