La libertad que aporta llevar una moto en la autocaravana es increíble, poder aparcar el vehículo a las afueras de cualquier ciudad o pueblo pintoresco y visitarlo con tranquilidad, o poder acceder a lugares remotos a los que nunca habríamos podido llegar con nuestro elemento de caravaning es una maravilla que todavía muchos desconocen. Todo ello, sin mencionar la tranquilidad que da llevar un vehículo que ante cualquier emergencia podemos utilizar para desplazarnos.
¿Qué portamotos elijo?
Como nos informan desde micasaconruedas.com (empresa dedicada a la distribución de accesorios de caravaning, entre los que destacan los portamotos A.Linnepe), a la hora de comprar un portamotos hay que analizar primero el tipo de vehículo que llevamos y el peso de la moto. Hay tantos modelos como necesidades y preferencias: manuales, eléctricos, o incluso para dentro del garaje.
La homologación de un portamotos
Los portamotos, al ser elementos desmontables, no se consideran una reforma de la autocaravana (a no ser que afecte a otros elementos mecánicos del vehículos). Los A.Linnepe, por ejemplo, llevan la TUV o la homologación europea por lo que no necesitan ninguna homologación estatal más, ni informe técnico o ITV. Estos portamotos están realizados en aluminio reforzado y ligero, con tratamiento anti-sal, e incluyen un sistema eléctrico de montaje fácil y conexión de piña.
Su montaje ¿Puedo hacerlo solo?
Esto depende de la marca y del modelo, pero por lo general son muy sencillos de instalar y puede hacerlo uno mismo siguiendo las instrucciones de montaje. Aunque como aclaran desde micasaconruedas.com: «es recomendable que lo haga un profesional en un taller, sobre todo si es necesaria la instalación de extensiones de chasis ya que es posible que la autocaravana carezca de ellos o no sean suficientemente fuertes».
