En 2003 la Semana Santa de Salamanca fue declarada Fiesta de Interés Internacional. Se trata de la mayor celebración religiosa de la capital charra y una de las más arraigadas de la ciudad. El viernes de Dolores (23 de marzo) será el pistoletazo de salida para toda una semana de acontecimientos religiosos y culturales que culminará con la procesión del Encuentro, el Domingo de Resurrección (1 de abril), cuando todos los niños de las diferentes cofradías salen acompañando a la «Borriquilla».
Lo que no te puedes perder durante la Semana Santa de Salamanca
Uno de los momentos más emblemáticos es el que tiene lugar el Martes Santo cuando tiene lugar la Promesa del Silencio de la Hermandad Universitaria en el Patio de Escuelas.
El Viernes Santo es el día que tienen lugar más procesiones. Llama especial atención la de la Hermandad Dominicana por su marcado carácter andaluz perceptible en la decoración de los pasos y carrozas y la música que lo acompaña.
También es curioso de ver como en algunas procesiones como la del Cristo de la Liberación o la procesión de El Resucitado, los hermanos van ataviados con el característico traje charro.
La gastronomía también juega un papel importante durante esta festividad. Los paladares más atrevidos pueden probar «los limones» una ensalada típica de estas fechas compuesta por verduras, limón, huevo cocido, naranja y chorizo, que tiene su origen en la Sierra de Francia. Durante las procesiones tampoco es raro ver a los niños y no tan niños comiendo barquillos, obleas y pirulís mientras esperan al paso.
Después de visitar la ciudad y disfrutar del ambiente festivo que durante la Semana Santa toca descansar y reponer fuerzas. En Cabrerizos a solo cinco kilómetros del centro de Salamanca se encuentra el camping Don Quijote donde se puede dormir tanto en parcela como en bungalow. El lugar perfecto para descansar alejados del bullicio de la ciudad y disfrutar de todo el esplendor de la misma durante el día. Además, los más deportistas podrán ir en bici cómodamente por la ribera del Tormes.
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