Si preguntas a un adulto cuáles han sido las mejores vacaciones de su vida seguramente se retrotraiga a la infancia y, en muchos casos, a los veranos vividos en un camping. Sin duda, viajar con un coche remolcando una caravana y pasar varios días en un camping es para los niños una experiencia única que les permite estar en contacto con otros niños, conocer lugares nuevos y vivir en contacto con la naturaleza.
Por eso, y a pesar del descenso estructural que ha sufrido el mercado de la caravana en la última década es menos acusado cuando hablamos de parejas con niños pequeños que no buscan tanto hacer rutas largas por toda Europa en vacaciones sino pasar varios días en un lugar sin renunciar a las comodidades básicas del hogar pero teniendo a tu disposición el coche tractor (una vez desenganchada la caravana) para visitar una ciudad, una playa o, simplemente, ir a hacer la compra o cenar en un restaurante de la localidad más cercana.
¿Qué modelo elijo?
Antes de plantearte la compra de una caravana, lo primero que debes pensar es qué coche tienes, y en función de su dimensión y potencia, elegir entre el amplio abanico de opciones que ofrece hoy día el mercado. Además, dependiendo del número de hijos que tengas, deberás decantarte por una u otra distribución interior, teniendo en cuenta que la solución familiar por excelencia sigue siendo la de literas (longitudinales o traseras).
En la actualidad, gracias a los nuevos materiales empleados en el proceso de producción, los fabricantes apuestan por ofrecer caravanas más ligeras de peso, fácilmente remolcables, para que puedas llevar el equipaje y enseres que necesites para las vacaciones sin incurrir en ese extra de peso.
¿Dos o tres ambientes?
En el interior, el modelo tradicional pensado para familias continúa siendo el que cuenta con cama de matrimonio fija en la parte delantera, comedor y cocina en la zona central y literas traseras. Pero el avance en la fabricación de caravanas y la entrada de parejas jóvenes con niños en el mundo del camping ha llevado a las marcas a pensar en el diseño de interiores más modernos y que hagan un guiño a los niños, con espacios pensados para que duerman y jueguen como en casa, con detalles infantiles y prácticas soluciones. En la gran mayoría de los casos, y como ocurre en el caso de las autocaravanas, todas las camas llevan red (o madera) de protección anticaídas.
¡A comer!
Cualquier plato que preparemos, por sencillo que nos pueda parecer, sabe mejor si se disfruta en la naturaleza. Quizá no te apetezca hacer un cocido ni un asado, pero las cocinas de las caravanas te ofrecen el equipamiento idóneo para que, del desayuno a la cena, no tengas pereza en ponerte el delantal, ¡deja que te echen una mano los peques de la casa!
Y para guardar los ingredientes, bebidas, frutas y verduras, nada mejor que elegir una caravana con frigorífico grande, una de las principales emandas de los compradores españoles.
