Ruta de los museos y gastronomía de Zumaia

Ruta de los museos y gastronomía de Zumaia

Vista Zumaia

Quizá no puedas disfrutar de un baño en el mar ni de una ruta de senderismo por el Geoparque de la Costa Vasca, idóneos para la primavera y el verano, pero en invierno Zumaia tiene mucho que ofecer. En esta ocasión te proponemos una ruta urbana por la localidad, visitando sus museos y descubriendo su gastronomía, ¡no te arrepentirás! Y para que no dudes dónde alojarte, estos días reabre sus puertas el camping Zumaia, con sus instalaciones preparadas para satisfacer todas tus necesidades en el momento del año en que decidas visitarlo. ¿Por qué no este mismo fin de semana?

Ruta urbana

iglesia San Pedro Zumaia

Desde el camping, ubicado en la ladera del monte Basusta, con unas magníficas vistas del Monte Artadi, te proponemos conocer la villa recorriendo el casco histórico, que aún conserva su trazado medieval. Entre las visitas recomendadas podemos destacar la iglesia gótica de San Pedro, del s. XIII, que guarda en su interior un retablo de Juan de Antxieta, declarado Monumento Nacional, así como el Cristo de Quintín de Torre, la Tabla votiva y capillas laterales de gran valor artístico (hay visitas guiadas gratuitas, cuyo horario se puede consultar en la oficina local de turismo, abierta en estas fechas en horario de 10 a 14 y de 16 a 20 horas). Paseando por las estrechas y empinadas calles del casco antiguo de Zumaia nos toparemos con otros interesantes edificios, como los palacios Zumaia y Ubillos y las casas Olazábal y Goikotorre. No podemos dejar de recomendar que nos alejemos por un momento del centro de la localidad, hacia la costa, para descubrir la ermita de San Telmo, de sencilla construcción pero que vale la pena por su localización:  tiene unas increíbles vista al mar abierto y a las formaciones rocosas de la costa del Flysch con vertiginosos acantilados, y ha sido escenario de películas como «Ocho apellidos vascos». En el interior de la ermita hay muchas referencias a la pesca, básica en la zona (redes, remos y hasta un barco pesquero colgado del techo).

Ermita San Telmo Zumaia

De museos

 

Proponemos dedicar una jornada a visitar los museos locales, entre ellos el Centro de Interpretación Algorri, abierto todos los días excepto el lunes y dedicado a la naturaleza y a los diferentes ecosistemas de la zona, como la desembocadura del río Urola, el conjunto de la isla y las marismas de Bedua, las dunas de Santiago y el encinar de San Miguel. Hay un espacio dedicado a la impresionante rasa mareal ubicada entre las localidades de Zumaia y Deba y a los acantilados de Zumaia. Siguiendo con la ruta marinera,  la cofradía de mareantes San Pedro se abre para grupos con cita previa o dentro de las visitas guiadas culturales que organiza la Oficina de Turismo.

Centro Interpretación Algorri

Si os gusta la pintura, no podéis dejar de visitar el espacio cultural creado por el pintor vasco Ignacio Zuloaga para trabajar y exponer las obras pintadas y coleccionadas personalmente a lo largo de su vida. Se puede visitar también la ermita de Santiago, en el Camino de Santiago, y la colección histórica y el estudio-taller del pintor (consultar horarios de visita, ya que en invierno son menos frecuentes). Merece la pena ver también el estudio y la colección del escultor zumaiano Julio Beobide (aunque el museo está cerrado al público, se puede visitar con cita previa)

Saboreando Zumaia

 

pintxosEstamos en el País Vasco y, por tanto, la gastronomía es la reina de cualquier escapada o visita y la excusa para cualquier encuentro. Una cocina tan rica y variada como es su paisaje, con pesados y mariscos del Cantábrico como protagonistas, de los que el bacalao es el rey (se prepara de mil maneras), que comparte cortejo con merluza (a la koskera, en salsa verde o a la vasca) o los chipirones. Si estamos por el casco viejo, qué menos que dedicar el atardecer o la hora de la comida a ir de pintxos: de bar en bar, las propuestas serán tan variadas y deliciosas como la imaginación de los maestros cocineros vascos. ¡Querrás probarlos todos!, siempre regados con un txacolí, una sidra vasca o un vino de la Rioja Alavesa. ¡Qué aproveche!

 

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