
Lisboa es una ciudad que engancha y su cercanía nos permite visitarla aunque no dispongamos de muchos días de vacaciones. Su historia, sus calles, su gente, su gastronomía, hay muchas razones para querer conocerla y muchas más para querer volver. Hoy descubrimos lugares y sabores que no te puedes perder cuando visitas la capital lusa, una ciudad alegre y luminosa que acoge al visitante con los brazos abiertos. Durante el mes de diciembre, Lisboa decora sus calles con luces navideñas y el olor a castañas asadas impregna toda la ciudad. Degustar ducles navideños como el Bolo-rei, ver el gran árbol de Navidad de la plaza del Comercio, o disfrutar de las actuaciones callejeras son algunas de las actividades que podrá disfrutar el viajero que elija pasar estas fechas tan señaladas en Lisboa.
La plaza del Comercio
La plaza del Comercio se convierte en el epicentro de la ciudad durante estos días. En ella se instala un gran árbol de Navidad iluminado, y es el lugar elegido por muchos lisboetas para celebrar la entrada del año. A las doce de la noche del día 31 de diciembre la tradición marca tomarse doce uvas pasas y brindar con champán o algún otro vino espumoso.

Miradores sobre el Tajo
Si hay algo característico de Lisboa son sus cuestas, la ciudad se asienta sobre siete colinas por lo que es el destino perfecto para contemplar desde las alturas. Uno de los más famosos es el mirador Porta do Sol, situada al lado de la iglesia de Santa Luzia. Desde él se tienen unas bonitas vistas del barrio Alfama, el más antiguo de la ciudad. Los mejores atardeceres los veremos desde el castillo de San Jorge, situado en la zona más alta de la zona vieja. Aunque hay que pagar la entrada para entrar, la visita merece la pena, sobre todo al caer la tarde.
Sus tranvías

Una de las estampas más características de la ciudad son los tranvías amarillos. Pero no debemos confundirlos con un mero transporte para turistas, en ellos montan a diario centenares de lisboetas para salvar los desniveles de la ciudad. La ruta más conocida es la del número 28 que recorre el barrio Alto, Alfama, Chiado, Graça y hasta la zona del Jardim da Estrela en Campo de Ourique. Se trata de una de las líneas más antiguas y la luz y su interior de madera transportarán al visitante a un tiempo donde los coches eran la excepción. Otras rutas muy concurridas por turistas son la 12 y la 15, además de los propios tranvías turísticos que recorren los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
Sus mercados

Los mercados de Lisboa son una buena forma de conocer la vida de la ciudad desde otro punto de vista. El más emblemático es el mercado de Ribeira, inaugurado a finales del siglo XIX y reconvertido en 2014 en un centro de restauración para los amantes de la buena cocina. Del mismo estilo es el mercado Campo de Ourique en el barrio da Estrela. Y los que busquen un mercado tradicional deberán acercarse al Alvalade, donde los chefs más prestigiosos y el resto de habitantes de la ciudad se surten de productos frescos.