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¿Cómo cocinar en un camping y no morir de hambre en el intento?

Cuando vamos de camping sabemos que las comodidades a las que estamos habituados van a ser otras, sin embargo, la ilusión de estar en contacto con la naturaleza y de disfrutar de todas las aventuras que nos ofrece, no nos frena en absoluto.

Está claro que entre los aspectos básicos de nuestra salida a un camping podemos dormir mejor o peor, ducharnos por la mañana o no tener agua ese día, cambiar por completo unas actividades por otras, pero comer, necesitamos comer un mínimo de tres veces al día y a ser posible algún plato caliente (y si encima está rico, mejor ¿no?). Pero, ¿cómo cocinar en un camping? Si lo has pensado, pero todavía no se te ha ocurrido ninguna idea, sigue leyendo.

 

¿Qué llevar para cocinar en un camping?

Antes de emprender tu viaje, tienes que tener en cuenta qué utensilios necesitarás, qué productos son básicos y qué puedes preparar con ellos. Algunos campings tienen un área con barbacoas y hasta una pequeña tienda de ultramarinos, pero no te confíes. Y recuerda que no sólo de pan vive el hombre, nada más cierto para cuando vamos de camping una o dos semanas. Por eso te recomendamos que en tu caravana o mochila no falten la mayoría de los artículos que mencionamos a continuación:

El calor y el fuego

– Hornillo o cocina portátil a gas; en cualquier ocasión, es lo mejor que se puede llevar.

– Barbacoa portátil o las instaladas en el camping.

El agua

– Recipientes pequeños: botellas, bolsas y cantimploras.

– Recipientes grandes como bidones (si son plegables, mejor que mejor).

– Nevera portátil de hielos o de conexión al coche.

Zona de comer

– Mesa y sillas/taburetes plegables. Aunque, también podéis contar con las mesas y asientos instalados en el camping o en el campo, en las zonas de recreo.

– Una colchoneta o manta en ocasiones también vale, en especial para los más pequeños y/o comidas ligeras.

Recipientes y otros utensilios

Probablemente tú mejor que nadie sepa los utensilios que necesitas para cocinar, pero como es más que típico olvidarnos todo aquello que no viene en una lista -y a veces aun así con esas- te la resumimos para que, cuando hagas las maletas o vayas a comprar accesorios de cocina, no te olvides de nada.

– Cazo o cacillo, ideal con boca para verter mejor el líquido caliente en otro recipiente.

– Olla o cazuela con tapa.

– Sartén o plancha.

– Colador y cucharón: te facilitarán servir la comida.

– Cuchillo de cortar afilado con su debida tabla de cortar.

– Cubiertos: cuchara, tenedor y cuchillo. Pero oye, que si eres más de palillos también los puedes incluir.

– Platos, cuencos y tazas/vasos.

– Abrelatas/abrebotellas y tijeras de cocina. Si no, también te puedes apañar con el cuchillo afilado.

– Cafetera/tetera. Imprescindible cuando no perdonas un café o un té como dios manda. En ese caso, cafetera italiana y/o tetera metálica con filtro incorporado.

– Elementos de limpieza: estropajo, trapo, servilletas, papel de cocina o jabón, entre otros.

cocinar en un camping

Tipo de comida más adecuada

Ahora sí que sí, arremángate, porque empieza la parte de cocinar en un camping. ¿Qué tienes que llevar para tener una dieta variada y que nada se te estropee?

– Productos empaquetados que sólo hay que hervir. Los puedes comer con cuchara con su caldo de cocción o escurridos, acompañados de otros elementos: arroz, pasta, quinoa o verdura deshidratada.

– Productos frescos que no necesitan nevera: fruta, hortalizas, verduras y tubérculos.

– Productos naturales envasados: verduras solas o combinadas, legumbres, pescados (como atún, caballa o sardinas) y moluscos (mejillones, almejas o berberechos).

– Productos elaborados y procesados envasados: cocidos de legumbres, cremas y caldos, mermeladas, fruta en almíbar, patés y snacks.

– Complementos: cereales de desayuno, galletas, barritas de cereales, chocolate, crema de cacao, frutos secos, pipas de girasol, caco en polvo…

– Bebidas: leche, zumos, café/té, infusiones.

– Otros imprescindibles: aceite, sal, edulcorante y, según gustos, vinagre, pimienta, ajo y especias.

Al acabar de comer

Después de comer en el campo, ¡nada como una siesta! Pero primero, hay que recoger, limpiar y dejarlo todo tal como estaba

Al recoger, asegúrate de que el fuego y su combustión están apagados, sean del tipo de que sean. Y recoge lo que has usado, no lo dejes para “luego”, porque de una a otra comida puede cambiar el tiempo o incluso tú puedes cambiar de planes, así que guárdalo todo en su sitio

Limpia y desinfecta las superficies que has utilizado para que no acudan bichos indeseables y aquellos cacharros y utensilios para el siguiente turno. Para ello, utiliza productos especiales y trata el agua de limpieza como residual. 

Recoge toda la basura generada y sepárala de forma adecuada, que ya sabes cómo va. Si entre medias ves algo que no es tuyo, recógelo también, la naturaleza te lo agradecerá.

Y ahora sí, cuando acabes, una buena siesta te renovará. Y después de cenar, prepárate para un rato de charla y diversión antes de acostarte temprano, que seguro que al día siguiente querrás aprovechar de nuevo la jornada que tienes por delante.

¡Bon appétit! 

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