Visitar el Pirineo aragonés puede resultar toda una experiencia, pues se trata de un enclave que tiene mucho que ofrecer. Si lo que te gusta es el turismo al aire libre y sentir la naturaleza en estado puro, una visita al cañón de Añisclo, ubicado en el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, en la provincia de Huesca, es casi obligatoria. ¿Estás preparado para unos días de descanso?
Este lugar supone una excursión perfecta para conocer el terreno y pasar el día en familia, ya que el cañón de Añisclo presenta un paisaje espectacular que sorprenderá tanto a mayores como a pequeños. Esta zona la ha ido creando a lo largo del tiempo el río Bellos, que ha erosionado la roca caliza y ha creado bonitos paisajes llenos de cascadas, gorgas y toboganes.
Una forma de llegar es desde la localidad de Escalona, donde se puede coger un desvío dirección al cañón. Desde el parking, se atraviesan lugares muy atractivos como la cueva del Moro, la cascada del río Aso o la ermita de San Úrbez, desde la que se puede empezar también una ruta de dos horas y media valle arriba. Esta construcción de piedra era un lugar al que los vecinos del pueblo se acercaban a pedir lluvias, desde el cual podemos apreciar una flora y una fauna únicas.
En verano disponemos de dos opciones para finalizar la visita al cañón, ya que en este periodo estival la carretera es de sentido único. La primera de ellas es seguir el recorrido hasta el municipio de Fanlo, seguido de Sarvisé y acabar en Boltaña con unas vistas espectaculares; o se puede continuar hasta Buerba y Puyarruego, donde podemos disfrutar de un refrescante baño en las aguas del río Bellos.
Una escapada única pensada para conocer toda la naturaleza del Pirineo aragonés.