Desde Sanlúcar de Barrameda a La Línea de la Concepción, la costa gaditana nos ofrece en verano el encanto de pueblos costeras y playas, muchas de ellas aún vírgenes, en las que desconectar y recargar las pilas en familia.
Elegimos como alojamiento el camping La Rosaleda, un establecimiento familiar de primera categoría situado en Conil, cerca de la playa y el bonito pueblo de casas blancas.
Un camping idóneo para ir con niños ya que cuenta con un estupendo equipo de animación, un grupo de profesionales que durante todo el día realiza juegos, deportes y actividades para el disfrute de niños, jóvenes y adultos.
Y por la noche, podréis seguir disfrutando con el mini-disco, espectáculos, humor y juegos.
En las instalaciones del camping, tanto los amantes del deporte como los que buscan tranquilidad o buena gastronomía, encontrarán su lugar.
Por supuesto, este verano, y al igual que ocurrió el verano pasado, todos los clientes disfrutarán de unas vacaciones seguras con el protocolo adaptado a las medidas y normativas sanitarias vigentes por la COVID-19, que se modifican constantemente según las normas dictadas por las autoridades competentes.
Las playas de Conil
Conil de la Frontera, típico pueblo blanco de pescadores con calles estrechas y encanto andalusí, con un litoral de 14 km de extensa arena fina, es una de las localidades con mayor número de playas de la Costa de la Luz. Elegimos cinco de ellas:
– La playa de Castilnovo: una de las pocas playas vírgenes de España que se encuentran cerca de un pueblo tan turístico como Conil. Mide más de 2,5 km y no tiene paseo marítimo ni aparcamiento.
– La playa de los Bateles: es la más cercana al núcleo de Conil, lo que la convierte en una playa urbana con paseo marítimo. Aún así, mantiene cierto aspecto salvaje y natural y es de fácil acceso.
– La playa de la Fontanilla: considerada la mejor playa de Conil, pero suele estar muy frecuentada. Tiene un paseo marítimo que comienza en el propio pueblo de Conil. Es ideal para familias con niños y dispone de chiringuitos y alquiler de hamacas.
– La playa de la Fuente del Gayo: es una playa natural, recorrida por un acantilado y sin paseo marítimo. Se puede acceder fácilmente en coche o a pie y dispone de aparcamiento. Debido a lo abrupto de sus acantilados y su arena resulta una playa perfecta para disfrutar de un bonito atardecer.
– La cala del Aceite: aunque está considerada cala mide más de 450 m de largo. Es una de las más conocidas, no tiene paseo marítimo pero sí aparcamiento y duchas. Tiene un oleaje moderado por lo que es perfecta para ir con niños.
