Con la entrada de la Ley de Bienestar Animal, nuestras mascotas quedan reconocidas como seres sintientes y de derecho, esto implica cambios en los reglamentos y en nuestras acciones sobre ellos. Todo esto se manifiesta además en la forma en la que establecimientos acepten animales de compañía y en la manera en la que lo hagan. ¿Quieres saber cuáles son las novedades? Para ello hemos hablado con Hortensio Santos, abogado en Tourism and Law, que nos ha aclarado algunos aspectos.
La Ley de Bienestar Animal y camping
Con la entrada en vigor de esta ley, las empresas turísticas que vayan a prestar servicios de alojamiento, como los campings, tendrán que tener una política adecuadamente desarrollada en cuanto a la admisión de animales de compañía. De esta forma deberán reglamentar bien su presencia o prohibirla.
De esta forma, solo en caso de que exista una prohibición expresa se podrá negar la entrada de animales de compañía a los establecimientos. Esta prohibición, además, debe hacerse mediante un cartel visible desde el exterior. Esos sí, se encuentran excepciones como los perros guía o aquellos que presten servicio a las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Por su parte, aquellos campings que se declaren «petfriendly«, estarán obligados a regular la presencia, el alojamiento y la estancia de los animales, determinando el tipo, número, peso y documentos que se solicitarán para la identificación de los titulares. Además, se establecerán las medidas de seguridad para garantizar la tranquilidad y comodidad del resto de huéspedes y animales.
Además, los campings tendrán la obligación de facilitar el cumplimiento de «alojamientos adecuados con habitáculos acordes a sus dimensiones«. Es decir, en caso de que el alojamiento admita animales de compañía en bungalows, estos deben contar con el tamaño adecuado y tendrán que informar si disponen en el alojamiento de utensilios para dar de comer y beber a los animales o si deben traerlos consigo. También será adecuado contar con un listado de veterinarios cercanos a los que poder derivar en caso de emergencia sanitaria del animal durante su estancia.
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